La explicación de nuestro emblema es este:
Con la forma humana de Dios, sencilla y cálida,
surge el Cristo herido.
Las marcas de su muerte son portales de esperanza,
abiertos a todos los que sufren.
El don del Evangelio es el significado del dolor,
la ganancia de nuestra entrega:
al dejar ir, reclamamos nuestro nacimiento y elegimos unas nuevas vidas juntas.
La propia compasión de Dios resplandece en nosotras,
que estamos llamadas a ser sanados y liberadas:
esa Luz ilumina los rasgos de Cristo en nuestros rostros
y en los rostros de todos los necesitados.
Así, el Creador nos hace de nuevo:
somos moldeadas en esta imagen,
como Cristo, nuestro Centro, nos atrae y nos llama
a ser Buen Socorro.